ArtCómo ser artista y hacer tu propio marketing

Cómo ser artista y hacer tu propio marketing

Crear arte es sólo el primer paso; comercializar eficazmente tu obra es esencial para conectar con tu público, crear una marca y, en última instancia, alcanzar el éxito en el competitivo mundo del arte.

Hay estrategias probadas, ideas de expertos y consejos prácticos que te permitirán navegar por los vericuetos del marketing artístico con confianza.

Desde establecer tu presencia en Internet hasta dominar el arte de las redes y comprender el poder de la narración, puedes elevar tu arte y asegurarte de que llega al público que te mereces.

Antecedentes

La historia ha revelado a menudo fascinantes conexiones entre el marketing y los ámbitos artístico y académico. Estas conexiones han evolucionado a lo largo de los siglos, dando forma a la manera en que los artistas y las instituciones se promocionan a sí mismos y a su trabajo. Un interesante ejemplo histórico se remonta a la prestigiosa Universidad de Oxford.

En la época medieval, universidades como la de Oxford se enfrentaban a dificultades económicas para mantener a sus estudiantes y sus infraestructuras. Por ello, desarrollaron métodos creativos para conseguir fondos. Una práctica notable era el uso de sellos en los techos de los edificios universitarios. Estos sellos representaban a patrocinadores, a menudo ricos benefactores o mecenas, que apoyaban económicamente a los estudiantes. A cambio, estos patrocinadores exhibían sus escudos de armas o insignias personales en un lugar destacado para reconocer su contribución.

Estos sellos no sólo demostraban la relación simbiótica entre mecenazgo y educación, sino que también prefiguraban el concepto de marca y patrocinio. Al igual que el marketing moderno implica asociaciones entre empresas y eventos, artistas o instituciones, prácticas históricas como éstas revelan la antigua danza entre el apoyo financiero y el reconocimiento público.

Este precedente histórico ilustra que la interacción entre el arte, el mundo académico y el marketing se ha entretejido en el tejido de las sociedades durante siglos. Destaca la necesidad permanente de apoyo, el papel de los mecenas y patrocinadores y las ingeniosas formas en que estas relaciones se han expresado visualmente para obtener reconocimiento y elevar las instituciones. Al adentrarnos en el panorama moderno de las artes y el mundo académico, descubrimos que, aunque los métodos hayan evolucionado, la esencia de fomentar las conexiones y promover la creatividad sigue siendo intemporal.

Marketing moderno

El marketing moderno, tal como lo conocemos hoy, empezó a tomar forma a finales del siglo XIX y principios del XX.

Revolución industrial y producción en masa

La Revolución Industrial marcó un punto de inflexión importante, ya que condujo a la producción masiva de bienes y al auge del consumismo. Al aumentar la disponibilidad de los productos, las empresas empezaron a reconocer la necesidad de promocionar sus ofertas a un público más amplio.

Los primeros anuncios y marcas

A finales del siglo XIX, la aparición de los medios impresos, como periódicos y revistas, proporcionó a las empresas una plataforma para anunciar sus productos a un público más amplio. La expansión de las redes de transporte, como el ferrocarril, permitió una distribución más amplia de los productos. Durante este periodo surgieron marcas como Coca-Cola y Kodak, que pusieron de relieve la importancia de la creación de marcas y de una identidad propia para atraer a los consumidores.

Escuelas de negocios y estudios académicos

El estudio académico del marketing empezó a cobrar fuerza a principios del siglo XX. La Harvard Business School, fundada en 1908, desempeñó un papel importante en la configuración de los principios del marketing moderno. Pioneros como Walter Dill Scott y Albert Lasker ayudaron a sentar las bases de las teorías de la publicidad y el marketing.

Comportamiento y psicología del consumidor

A mediados del siglo XX, se produjo un cambio hacia la comprensión del comportamiento y la psicología del consumidor. Los profesionales del marketing empezaron a incorporar a sus estrategias los conocimientos de la psicología y la sociología. En esta época surgieron técnicas de investigación de mercado y se desarrollaron conceptos de marketing como las «Cuatro P» (Producto, Precio, Plaza, Promoción).

Revolución digital y análisis de datos

La segunda mitad del siglo XX fue testigo del auge de la televisión y, más tarde, de Internet. Estas plataformas transformaron el marketing al ofrecer nuevas formas de llegar al público y atraerlo. La era digital trajo consigo el análisis de datos, que permitió a los profesionales del marketing comprender mejor las preferencias y el comportamiento de los consumidores.

Universidades y educación

A medida que crecía la importancia del marketing, las universidades de todo el mundo empezaron a ofrecer cursos y programas de marketing. A menudo se atribuye a la Wharton School de la Universidad de Pensilvania uno de los primeros programas de marketing, creado a principios del siglo XX. Otras universidades, como la Kellogg School of Management de la Northwestern University, también desempeñaron un papel crucial en el avance de la formación en marketing.

Arte y marketing: Una relación amor-odio

Desde la segunda mitad del siglo XX, se ha desarrollado una compleja y duradera relación de amor-odio entre el marketing y los artistas, una relación fundamentalmente enraizada en la dinámica del capitalismo. A medida que el mundo del arte se entrelazaba cada vez más con los intereses comerciales, los artistas se encontraban en un delicado equilibrio entre la expresión creativa y la viabilidad financiera. 

El marketing, alimentado por las exigencias del consumismo, ofreció a los artistas nuevas vías de visibilidad y éxito, permitiéndoles llegar a un público más amplio. Sin embargo, esta alianza se produjo a menudo a costa de la integridad artística, ya que las consideraciones impulsadas por el mercado influyeron en las decisiones creativas. 

La tensión entre autenticidad y atractivo comercial inició un diálogo que sigue configurando el panorama artístico actual. Aunque el marketing ofreció a los artistas oportunidades sin precedentes, también suscitó debates sobre la mercantilización del arte y la posible dilución de sus significados más profundos. Esta compleja interacción muestra cómo las fuerzas del capitalismo han impulsado y desafiado el viaje artístico, dando lugar a una dinámica continua que da forma a la naturaleza misma de la creatividad en un mundo impulsado por el mercado.

Cómo hacer marketing sin sentirte un artista “vendido”

Promocionarse como artista no tiene por qué suponer comprometer la integridad creativa. Un marketing eficaz no significa sacrificar tu integridad artística. Se trata de encontrar la manera de compartir tu creatividad con el mundo de forma auténtica y, al mismo tiempo, mantenerte en línea con tus valores. Adopta el marketing como una herramienta para amplificar tu arte, conectar con tu público y, en última instancia, ampliar tus horizontes artísticos.

  1. Define tu autenticidad: Empieza por entender qué hace que tu arte sea único y especial. Identifica los valores, temas y emociones fundamentales que impulsan tu trabajo. Esto constituirá la base de tu marca auténtica. 
  2. Crea una historia convincente: Comparte tu trayectoria como artista. Explica la inspiración que hay detrás de tus creaciones, tu evolución artística y las experiencias que dan forma a tu obra. La gente conecta con las historias, y tu relato resonará entre tu público.
  3. Crea una presencia en Internet: Crea un sitio web profesional o un portafolio para mostrar tu trabajo. Utiliza plataformas de redes sociales que se ajusten a tu estilo y lleguen a tu público objetivo. Comparte tu proceso creativo, los entresijos de tu trabajo y tu visión del mundo artístico.
  4. Interactúa con tu público: responde a comentarios, mensajes y opiniones. Entabla conversaciones significativas con tus seguidores. Esta interacción crea un sentimiento de comunidad y lealtad en torno a tu arte.
  5. Colabora y conéctate: Colabora con otros artistas, asiste a eventos y conéctate con entusiastas del arte. El trabajo en red puede abrirte las puertas a nuevas oportunidades y colaboraciones que encajen con tu visión.
  6. Forma y comparte ideas: Ofrece valor compartiendo tus conocimientos y experiencia. Escribe entradas en tu blog, crea vídeos u organiza talleres sobre tu proceso artístico, tus técnicas y las historias que hay detrás de tus creaciones.
  7. Sé coherente: La coherencia es fundamental para crear una marca reconocible. Utiliza elementos visuales, colores y mensajes coherentes en todas tus plataformas para crear una presencia en línea cohesionada.
  8. Resalta tus valores: Muestra las causas, creencias o temas sociales que te importan a través de tu arte. La gente aprecia a los artistas que utilizan su plataforma para un cambio positivo, y esto puede profundizar la conexión con su público.
  9. Sé selectivo con las oportunidades: Elige oportunidades que estén en consonancia con tu marca y tus valores. Participa en exposiciones, colaboraciones o eventos que resuenen con tu identidad artística.
  10. Equilibra la promoción con la creación: Mantén un equilibrio saludable entre los esfuerzos de marketing y la creación artística. Dedica tiempo a perfeccionar tu arte; la calidad de tu trabajo es tu mejor herramienta de marketing.
  11. Mantén intacta tu intuición: Confía en tus instintos a la hora de tomar decisiones de marketing. Si algo no te parece bien, no pasa nada por rechazarlo o cambiar de rumbo. Mantente fiel a tu brújula artística.

 

Ejemplos notables

Para concluir nuestra exploración de la auténtica autopromoción para artistas, inspirémonos en quienes han sabido navegar con maestría por la intersección entre creatividad y marketing. Estas personas han perfeccionado su habilidad para mostrar su arte sin comprometer su integridad artística. Estos artistas ofrecen una gran cantidad de lecciones que pueden inspirarnos a todos para promocionar nuestro trabajo con confianza y autenticidad.

 

Andy Warhol

El enfoque de Warhol sobre el arte y el marketing fue revolucionario. Comprendió la relación entre arte, celebridad y consumismo. Popularizó el concepto de «arte pop» y difuminó la línea entre el arte elevado y la cultura comercial. Su estudio, «The Factory», se convirtió en un centro de creatividad, colaboración y atención mediática. Su innovador enfoque del arte y la autopromoción le convirtieron en un nombre muy conocido y en un icono cultural.

 

Salvador Dalí

Dalí fue un maestro de la autopromoción y el arte escénico. Utilizó su personalidad excéntrica y su estilo extravagante para captar la atención de los medios de comunicación. Colaboró con cineastas, fotógrafos y escritores, creando un personaje público multidimensional. La capacidad de Dalí para crear una mística en torno a sí mismo y a su arte contribuyó a su amplio reconocimiento y éxito.

 

Yayoi Kusama

Las inmersivas instalaciones artísticas de Kusama y su estilo personal único la han hecho reconocible al instante. Ha utilizado las redes sociales y la participación del público para crear expectación en torno a sus exposiciones y obras de arte. La identidad visual distintiva de Kusama ha desempeñado un papel crucial en su capacidad para comercializar su arte con éxito.

J.K. Rowling

La serie «Harry Potter» de J.K. Rowling se convirtió en un fenómeno mundial, en parte gracias a sus inteligentes estrategias de marketing. Utilizó las redes sociales, se comprometió con sus seguidores y mantuvo un aire de misterio en torno a su proceso de escritura. La conexión de Rowling con los lectores y su capacidad para crear expectación por sus libros contribuyeron a su éxito masivo. 

Frida Kahlo

El estilo único de Frida Kahlo y su historia personal la han convertido en un icono del mundo del arte. Utilizó sus autorretratos para expresar su identidad, su dolor y su fuerza. La capacidad de Kahlo para fusionar su vida personal con su arte creó una marca distintiva que caló en el público, y su legado no ha hecho más que crecer con el tiempo.

 

Banksy

El artista callejero anónimo Banksy ha sacado partido de su misterioso personaje para atraer la atención y la intriga. Su uso de las redes sociales, el marketing viral y las acrobacias públicas han contribuido a su reconocimiento mundial. La capacidad de Banksy para crear controversia y generar cobertura mediática ha alimentado la demanda de sus obras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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