ArtEl teatro documental: retos y placeres

El teatro documental: retos y placeres

En el vibrante panorama teatral de Jalisco, un grupo excepcional de dramaturgas, directoras y creativas mujeres ha emergido como brújula y como impulso del teatro documental, llevando consigo la misión de reflejar de manera auténtica la compleja realidad que atraviesa la sociedad actual. 

Estas artistas valientes no solo se limitan a crear obras inteligentes y entretenidas, sino que también utilizan el teatro como un medio para dar voz a temas cruciales y generar diálogo en torno a ellos. En esta exploración fascinante del teatro documental en Jalisco, nos sumergimos en la experiencia de Juliana de la Torre, una destacada figura en este movimiento teatral, para entender los desafíos que enfrentan al abordar narrativas basadas en hechos reales y cómo su trabajo está contribuyendo a la transformación del panorama teatral en la región.

LM: ¿Existe un buen balance entre la ficción y el registro fiel de la realidad?

JDT: No puedo hablar por mis demás compañeras, pero personalmente considero que es variable. Hay piezas que juegan más en el terreno de la ficción y hay piezas cuya potencia tiene que ver justamente con el registro y la memoria de la realidad.

Toda memoria y todo registro implica una ficción. El trabajo escénico y el juego de la ficción también tienen que ver con elegir perspectivas y posturas desde donde se mira una circunstancia.

LM: ¿Qué obras tuyas y de tus compañeras son buen ejemplo de teatro documental?

JDT: La obra de Julieta Casavantes que presentó el año pasado es Después de las ausencias, resultado de una investigación. Es una pieza que busca apoyar y dar luz sobre las personas desaparecidas. En ella hay un muy claro posicionamiento de una búsqueda de justicia social que es distinta a la pieza que yo presento, Pasaje en el que nos soltamos las manos, que busca explorar en torno a la violencia de pareja y cómo estas cosas ocurren generacionalmente, porque las mujeres no tenemos espacios de libertad completos todavía. Mi línea de trabajo se presenta desde un lugar más poético, y en cambio con el trabajo de Julieta, se puede ver que hay un interés de activismo mucho más marcado. 

En cuanto a obras que se presentan en noviembre y diciembre, somos cinco directoras, con proyectos muy distintos. Andrea Belén juega con la memoria como ficción, partir de realidades para crear mundos más oníricos; en el cuerpo, las cicatrices.

Olga Gutiérrez presenta Monumento, donde trabaja con archivos más tradicionales. Trabaja con audios de mujeres que fueron a la movilización del ocho de marzo de 2020, creando un paisaje sonoro y un concierto. Claudia Anguiano trabaja una pieza que se llama Lo inefable y los restos, que tiene que ver con la tercera edad, la memoria al envejecer y sobre un cuestionamiento desde lo íntimo, pero también temas globales.

Dientes de león, dientes de leche, mi obra, es un trabajo en torno a la memoria de la infancia. Sí hay una investigación documental especialmente con trabajadoras sociales y personas de asistencia social, pero también hay una introspección y una ficción, una investigación en literatura. Valeria Luiselli es un referente muy importante. Es una escritora que trabaja con temas reales y que al mismo tiempo se permite ficcionar para abordarlos. 

Batallas bajo la sombra, de Julieta Casavantes tiene muchísimo material documental, ligado a ella de una forma muy importante, relacionado con su padre, un activista. Hay muchos hilos tanto de la relación con la familia y crecer, las relaciones políticas y cómo han influido en las decisiones y en la forma de trabajar de ella. 

LM: ¿Las mujeres creadoras enfrentan obstáculos en Jalisco?

JDT: Las mujeres llevamos mucho tiempo luchando por espacios, y los hemos ganado poco a poco, pero falta mucho para que las mujeres podamos ser consideradas de la misma forma que los hombres especialmente en algunas áreas.

A mí me pasa que porque soy una creadora joven la gente que no me conoce asume que voy a ser actriz. No se les ocurre que pueda estar dirigiendo. 

Lo veo en mis compañeras también. Es difícil posicionarte como mujer, te enfrentas constantemente a que no se valide lo que estás proponiendo. A las mujeres se nos cuestiona mucho más que a los hombres cuando pedimos algo para la escena. O por ejemplo, en el conversatorio maternidades. En él hablamos de cómo crear y criar al mismo tiempo. De las mujeres siempre se espera eso. Difícilmente un grupo de hombres padres va a sentarse a preguntarse cómo balancear eso porque no se espera que ellos tengan que responsabilizarse de la misma manera que la crianza que las mujeres.

Las mujeres han debido gestionar de una manera mucho más compleja su trabajo como directoras, actrices, a la par de su vida personal y de su trabajo como madres.

Un ejemplo más es Isabel Toledo, una directora joven, dirigiendo a la CNT.  Es un avance para celebrarse y una inspiración para seguir insistiendo y que no sea un suceso único. Nos ha tocado y nos seguirá tocando abrir estos espacios que necesitamos. 

En 2022 el presupuesto para la Secretaría de Cultura en Jalisco fue de 658.3 millones de pesos. Aún así, los esfuerzos de colectivos y asociaciones para conseguir fondos estatales, municipales y federales siguen siendo uno de los mayores retos para llevar la cultura al público en general.

LM: ¿Cómo ha sido su experiencia para conseguir fondos en los tres niveles de gobierno?

JDT: Hemos tenido mucha fortuna para la realización del ciclo de teatro documental para esta segunda edición de Teatro Documental Hecho por Mujeres.

Teníamos el apoyo de la Secretaría de Cultura federal. Es un proyecto apoyado por el Sistema Nacional de Creadores y Proyectos Culturales, en la vertiente de Fomento y Coinversiones. 

Este apoyo es curioso. Seré honesta. La edición de este apoyo es del 2022 y la realidad es que todavía no tenemos ese dinero.  

Hemos conseguido apoyos de parte del Instituto Cultural Helénico y la Secretaría de Cultura de Jalisco. El apoyo federal todavía no lo tenemos. Es la realidad de todos los creadores en jalisco, quizás en México: trabajas y creas y consigues dinero, y después te lo pagan. Es muy pesado. 

Sí somos afortunadas. Gracias al apoyo pudimos abrir, más funciones dentro de la zona de Guadalajara como en otros municipios, vamos a pagarles a otras mujeres para que hagan conversatorios. 

LM: ¿Hay alguna diferencia con la primera edición?

JDT: En la edición del año pasado, dimos cinco funciones cinco conversatorios y un taller. En este año, daremos quince funciones, ocho conversatorios, dos talleres y alcanzó incluso para un proyecto más. Tenemos un proyecto del cierre de ciclo de este año: antología de dramaturgas jaliscienses. Cuatro autoras que han trabajado desde los ochenta hasta el presente. Un ejercicio muy necesario y pertinente. 

Sí es una fortuna “la idea” del apoyo. Pero es difícil trabajar cuando los apoyos llegan hasta después. Personalmente, como directora/ dramaturga, ocurre lo mismo. Estás yendo a ensayos durante meses y hasta pasados dos o tres meses te dan el apoyo, te lo gastas en deudas.

Los apoyos como PROYECTA PRODUCCIÓN tienen un periodo muy corto para ejecutarse. Hacer una obra de teatro requiere mucho tiempo. Tenemos máximo 5 meses desde que se publican los resultados de las convocatorias para crear una obra completa. Es complicado, te modifica las lógicas de producción.

LM: ¿Entonces la experiencia creadora queda sujeta a los apoyos?

No es un proceso integral, es un proceso improvisado. No es tan fácil, pero no te da la libertad creativa necesaria para realizar las piezas de otra manera. 

Veamos el caso de Isabel Toledo, quien en esta temporada trabaja para la CNT. La existencia de dicha compañía es en sí misma una red de seguridad. Es trabajar con compañeros actores pagados. No pesa sobre ella la responsabilidad de cuidarles el tiempo y pensar: “cómo les voy a exigir tanto si no les he pagado.” Esa libertad que es muy poca tendría que replicarse en todo el país. 

Lo ideal es contar con actores, técnicos pagados. Poder ensayar en un teatro, porque siempre ensayamos en salones pequeñitos. Poco a poco vas abriendo espacios y hackeando procesos y viendo cómo hacerle. Pero todavía tenemos mucho trabajo las mujeres y las personas jóvenes a afianzar nuestro trabajo.

LM: ¿Qué podemos esperar del cierre de este segundo Ciclo?

Mi obra se presentará en Zapotlán el Grande. Personalmente, nunca he presentado mi trabajo fuera de Guadalajara, así que estoy un poco nerviosa. Es un reto. A diferencia de presentar en Guadalajara donde más o menos conoces a tu público, o puedes imaginar, o sabes el alcance de tu difusión, en un lugar donde no tienes las mismas conexiones sí es más retador.

El Ciclo de Teatro Documental cierra con tres estrenos:

Lo inefable y los restos, de Claudia Anguiano “Clos”; Dientes de león, dientes de leche, de Juliana de la Torre; y Batallas bajo la sombra, con idea original de Julieta Casavantes y dirigido por Luisa Pardo de Lagartijas tiradas al sol. 

Para ver la cartelera, recomendamos revisar las redes http://facebook.com/escdocmujeres y en http://instagram.com/escdocmujeres

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